Todo sobre la seguridad de HHC
Un gran paso para HHC
El año pasado fue un punto de inflexión para HHC. Su demanda empezó a aumentar considerablemente. Apareció así una nueva sustancia en el mercado del cannabis, que goza de una popularidad superior a la norma.
Sin embargo, hay varios motivos para la cautela, el principal de los cuales es la falta de control de calidad o incluso la ocultación deliberada del contenido por parte de algunos fabricantes.
Además, existen dudas sobre la seguridad del propio HHC. No es una sustancia desconocida: fue creada por primera vez por el químico estadounidense Roger Adams en la década de 1940, cuando añadió una molécula de hidrógeno al THC delta-9 (proceso de hidrogenación). El efecto del compuesto en el cuerpo humano cuando se consume durante un largo periodo de tiempo aún no está claro.
Seguridad del HHC: análisis de contenido problemático
El mayor problema se refiere a la calidad del HHC. La demanda de productos que contienen HHC es enorme. Y esto es un caldo de cultivo para fabricantes dudosos para los que la perspectiva de grandes beneficios es más importante que la calidad y, sobre todo, la seguridad de los productos. Así, proliferan los fraudes y la manipulación de los análisis de contenido obligatorios para encubrir errores de fabricación y la renuncia deliberada a la pureza del producto final y, por tanto, a su seguridad para el usuario.
Posible fraude con cobertura de HHC:
- Filtrado inadecuado de metales pesados
- Posible contaminación con THC delta-8
- Falsos certificados y análisis de laboratorio que intentan encubrir estas transgresiones
Todas las estafas tienen un motivo común, y es la competitividad: llevar el precio al mínimo. Pero, por supuesto, esto repercutirá en la calidad de la producción.
El HHC (su "versión" más común, el 9-beta-hidroxi-hexahidrocannabinol) es casi indistinguible del delta-8 THC. Así que puede ser que los análisis estén bien y no muestren ningún fallo, pero el producto final no contenga ni siquiera trazas de hexahidrocannabinol. Por no mencionar que el delta-8 THC está en la lista de sustancias prohibidas en muchos países y la venta, posesión y tenencia de productos que contengan este compuesto es ilegal. Desgraciadamente, esto está siendo aprovechado por algunos fabricantes para ahorrar dinero. Lejos de ser una práctica desleal, contiene sustancias peligrosas que pueden causar graves problemas de salud.
Como ya hemos dicho, el problema también se debe a una filtración insuficiente para eliminar los metales y sustancias peligrosas del HHC. Se trata principalmente de paladio, platino y níquel de Raney. Más del 99% de la producción de hexahidrocannabinol utiliza catalizadores metálicos. Sin embargo, en el siguiente paso, estos metales deben eliminarse por completo para que no causen complicaciones de salud a los usuarios. Sólo las pruebas realizadas por un laboratorio acreditado pueden descartar la presencia de dichos metales.
Marcas y usuarios
No podemos responder por el fabricante de HHC. Algunos son honestos con su trabajo, otros no. Esto es así en todas las industrias. Pero toda la responsabilidad de verificar la calidad de salida de los productos no debe recaer en los propios usuarios. La primera señal de alarma se refiere al precio, que debe reflejar el coste de las HHC. Son relativamente elevados debido al largo proceso de producción, el filtrado de los catalizadores metálicos y las pruebas obligatorias.
Las propias marcas deberían comprobar que la información que figura en los documentos de los proveedores es correcta y hacer analizar cada producto (o al menos aleatoriamente) a sus expensas por una instalación certificada que pueda detectar prácticas fraudulentas relacionadas con el contenido de metales pesados o, específicamente, delta-8 THC y análogos del HHC (el 9R HHC tiene un nivel de psicoactividad más elevado que el 9S HHC).
Resumen
Aunque el HHC se dirige hacia la cima y es actualmente uno de los cannabinoides más deseados, desgraciadamente está asociado a numerosas estafas relacionadas con la composición o el análisis y la certificación. Los clientes deberían buscar pruebas de terceros y elegir productos de tiendas online probadas y de confianza o marcas (re)verificadas.
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